Cada 28 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Higiene Menstrual. No es una fecha más en el calendario: es un recordatorio de que la menstruación, que forma parte natural del cuerpo de millones de personas, sigue siendo un tema cargado de desafíos, mitos y barreras. En Meness creemos que la higiene menstrual es salud, es cuidado. Por eso, hoy te contamos por qué este día existe y qué podemos hacer para visibilizar su importancia, todos los días del año.
1. Porque la higiene menstrual es un asunto de salud pública
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que una higiene menstrual adecuada es esencial para la salud, la dignidad y el bienestar general de las personas menstruantes. Esto no se trata solo de comodidad, sino de poder acceder a condiciones seguras para manejar el ciclo menstrual, con productos apropiados, espacios higiénicos y privacidad. Sin esto, se pone en riesgo la salud física, mental y emocional de millones de personas en todo el mundo.
Fuente: OMS, Salud y derechos sexuales y reproductivos
2. Porque todavía no todos tienen acceso a productos seguros
Más de 500 millones de personas menstruantes en el mundo no tienen acceso adecuado a productos de higiene menstrual ni a espacios seguros para usarlos (UNICEF, 2021). En Chile, un estudio de la Fundación Niñas Valientes reveló que 3 de cada 10 adolescentes ha faltado a clases por no tener cómo manejar su menstruación de forma digna. La brecha en el acceso es real, y visibilizarla es el primer paso para generar cambios.
Fuente: UNICEF / Fundación Niñas Valientes
3. Porque desinformación aún es una gran barrera
Muchas personas no saben con claridad qué contienen los productos de higiene menstrual que usan. Algunas toallas y tampones tradicionales tienen plásticos, químicos y fragancias que pueden causar irritaciones, alergias o incluso alterar el equilibrio del ecosistema vaginal. Informarse sobre los componentes y el origen de lo que usamos es parte del autocuidado. Elegir opciones hipoalergénicas, plant-based y libres de químicos dañinos no es solo una preferencia: es salud.
Fuente: Women’s Voices for the Earth
4. Porque el cuidado no debería contaminar
Cada persona que menstrúa usa, en promedio, entre 10.000 y 15.000 productos menstruales a lo largo de su vida. La mayoría de estos terminan en vertederos o en el océano, y pueden tardar hasta 500 años en degradarse. En Meness proponemos una alternativa más consciente: toallitas hipoalergénicas, compostables y libres de plástico que cuidan tu piel y también el planeta.
Fuente: National Geographic, “La huella de la menstruación”
Hoy lo visibilizamos. Todos los días lo defendemos.
Hablar de higiene menstrual no es solo necesario: es urgente. Desde Meness, creemos que el cuidado de tu cuerpo no debería implicar renuncias, ni para ti ni para el planeta. Por eso, trabajamos todos los días para ofrecer productos que sean seguros, cómodos, sustentables y accesibles.
Hoy te invitamos a compartir esta información, abrir la conversación y, sobre todo, elegir con conciencia.