Los hongos vaginales, especialmente la candidiasis, son una condición muy común. Se estima que 3 de cada 4 mujeres tendrán un episodio en algún momento de su vida, y una proporción importante experimentará episodios recurrentes.
Si te pasa ciclo tras ciclo, es comprensible que busques respuestas.
Este artículo tiene como objetivo ayudarte a entender qué los favorece y qué puedes ajustar en tu rutina de cuidado íntimo para reducir la reincidencia.
¿Por qué vuelven los hongos?
Los hongos como Candida albicans viven normalmente en la zona íntima como parte de la microbiota vaginal.
No son “algo externo” que llega, sino algo que ya está ahí.
El problema aparece cuando ocurre un desequilibrio, y la Candida crece más de lo normal.
Factores que pueden favorecer ese desequilibrio:
- Humedad constante en la zona íntima
- Uso prolongado de ropa ajustada o sintética
- Estrés (puede modificar el pH y la microbiota)
- Antibióticos recientes
- Cambios hormonales del ciclo menstrual
- Uso de productos perfumados o irritantes
La humedad y el calor: un punto clave
La Candida se desarrolla más fácilmente en ambientes cálidos y húmedos.
Por eso la elección de la toalla higiénica durante el período sí importa.
Muchas toallas convencionales tienen una capa superficial de plástico (aunque parezca tela).
Esto puede:
- Aumentar la temperatura local
- Impedir la ventilación
- Mantener la piel húmeda por más tiempo
Ese ambiente favorece la proliferación de hongos y la reaparición de síntomas.
¿Qué puedes hacer para ayudar a prevenir recurrencias?
1. Prefiere materiales respirables
Toallas y ropa interior que permitan el paso del aire ayudan a mantener la zona más fresca y seca.
2. Evita fragancias y químicos irritantes
La piel vulvar es especialmente sensible.
Productos perfumados pueden alterar la microbiota y el pH.
3. Cambia la toalla con regularidad
No por absorción, sino para evitar la humedad acumulada.
4. Opta por ropa interior de algodón
Permite ventilación y reduce humedad atrapada.
5. Si tienes episodios frecuentes, consulta al o la ginecóloga
Es importante descartar desequilibrios más profundos como vaginosis o resistencia a antifúngicos.
¿Qué tiene que ver esto con tu toalla higiénica?
Mucho.
Si la toalla no respira, la humedad se acumula.
Si se acumula humedad, la microbiota se desbalancea.
Si la microbiota se altera, los hongos pueden reaparecer.
Por eso, elegir un producto que respete la ventilación natural de la piel puede hacer una diferencia real en la comodidad durante el período.
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